Luna llena en Leo iluminada por el Sol en Acuario

En esta Luna Llena podemos meditar en la belleza de la creación. El Ser, al manifestarse, se despliega en la multiplicidad de la naturaleza. Cada reino y cada forma de vida son expresiones de una misma existencia, reflejos de una única conciencia que se contempla a sí misma desde diversas perspectivas.

La individualidad es la afirmación de la unidad dentro de la diversidad. No implica fragmentación ni separación, sino la expansión de las posibilidades del Ser. El desafío de la conciencia humana es reconocer que su particularidad no es la ilusión del egoísmo, sino un aspecto del amor que expande la conciencia de la vida. Cuando el ego se alinea con el alma individual y esta con el alma colectiva —simbolizada por Acuario—, el individuo no se disuelve, sino que florece.

Es entonces cuando el poder creador alcanza su madurez en el ser humano y, como el Aguador, puede alimentar la tierra, nutrirla desde el conocimiento existencial e inspirar sus pensamientos y actos. En este momento de plenitud, la vida se revela en las flores que se abren y los frutos que maduran en la luz.